Los pobres, los sensibles, los débiles, tienen más difícil enfrentarse a una sociedad que los da la espalda, que les pone, lo que ellos ven como, muros insalvables. Pero bajar los brazos y rendirse es optar por entregar su autonomía, su independencia. Es como el suicidio de la libertad.

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Este es un mensaje de ánimo a los que sufren, les agobian los problemas, se sienten sin fuerzas para el enfrentamiento, la lucha. Vivir es su derecho y su obligación y nadie puede vivir sin ser libre.

 

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Fotos de :

• Michel duCille
• Clarence Williams.

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