Posted on 1 de abril de 2016
El poderoso influjo de la luna.
La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.
Niño déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojitos cerrados.
Huye luna, luna, luna,
que ya siento los caballos.
Niño déjame, no pises,
mi blancor almidonado.
El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.
Por el olivar venían,
bronce y sueño los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
¡Cómo canta la zumaya,
ay como canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con el niño de la mano.
Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
el aire la está velando.
Fotografías de :
Fuente: National Geographic
Poema: Romance de la Luna de Federico García Lorca.
Categoría: Fotografías de la luna Etiquetado: A. Lwin, •Elias Chasiotis, David Rankin, Federico García Lorca, Βασίλης Μεταλληνός, Luna, Nacional Geographic, Parag Kokane, Romance de la luna